Confeccionando tu emblema del Puente Cuatro

En este post voy a explicaros el proceso de elaboración de nuestros parches del Puente Cuatro que vamos a regalar entre los participantes del concurso que cosplay que que finaliza mañana.

Además de los 4 ganadores principales, otros 10 participantes más serán obsequiados con uno de nuestros parches.

Los nuestros están confeccionados gracias a una bordadora casera, pero también os voy a explicar un par de alternativas para poder realizarlos artesanalmente.

Primero calcaremos o imprimiremos un patrón del tamaño deseado para el parche, y recortaremos las líneas interiores para usarlo de plantilla. Podéis observar que yo he dejado una línea interior que cruza las piezas pequeñas sin recortar para que no se me pierdan las piezas más pequeñas.

Después calcaremos el patrón sobre la tela que vayamos a utilizar con un boli de calor (Un “Pilot Frixion”, porque luego desaparece con el calor de la plancha)

Yo os recomiendo usar “Fieltro” porque no se deshilacha al cortarla y podéis encontrar láminas en cualquier Bazar sin necesidad de ir a una tienda de telas. Pero podéis utilizar cualquier otro tejido que tenga bastante consistencia y no se deshilache mucho. (Probad antes a quemar los hilillos del borde y si desaparecen y se queda el borde endurecido).

Dependiendo de nuestras habilidades podemos:

  • Pintar el dibujo con un pincel fino (yo uso pinceles de manicura) y pintura acrílica o pintura textil.
  • Bordar el dibujo a mano con un hilo grueso similar al de la foto. Si tenéis un bastidor pequeño para tensar la tela al bordar os quedará mejor. (Podéis buscar tutoriales de “bordado para principiantes” en google o youtube si no sabéis como empezar, pero es muy sencillo, solo se necesita paciencia y un poco de práctica)

Cuando tengáis el dibujo terminado procederemos a añadirle a la parte trasera una capa de Fliselina (Entretela adhesiva de doble cara) para que nos resulte más fácil fijarlo a la superficie donde lo queramos colocar. Este paso no es imprescindible, porque podéis optar por ponerle un poco de pegamento textil para fijarlo y luego coserlo, o simplemente coserlo directamente si tenéis pensado en algún futuro descoserlo para cambiarlo de sitio.

La fliselina es un material compuesto de un papel parecido al de repostería y una gasa que es la parte adhesiva, se separan con facilidad así que id con cuidado. Colocamos la tela de nuestro parche en cuadrado sobre la fliselina, que quede la parte trasera del parche en contacto con la parte adhesiva. Recortamos el sobrante, y pasaremos a planchar.

Primero vamos a plancharlo por detrás, por la parte del papel. A través del papel tenemos que ver la parte trasera del parche. Conforme se vaya pegando iremos viendo como el papel se vuelve más transparente. Dejamos que se enfríe un par de segundos y volvemos a pasar la plancha. Repetimos el proceso un par de veces.

Para planchar la parte delantera, tenemos que usar SIEMPRE* un trapo fino de cualquier tejido de algodón o papel del que se usa para el horno, para proteger el tejido del metal de la plancha.

(* Por eso todos los parches que enviemos irán acompañados de un retal del tamaño del parche para cubrirlo si lo plancháis por si tenéis dudas sobre que utilizar)

Igual que con la parte trasera, planchamos, dejamos enfriar un poco y le damos otra pasada.

Después recortaremos el sobrante lo más cerca posible del borde. Ahora para separar el papel de la parte trasera hacemos un arañazo con la punta de la tijera cerrada y con los dedos rompemos el resto del papel. Al tacto notaremos como ahora la superficie trasera es más resbaladiza por el pegamento del adhesivo.

Ahora con cuidado quemaremos un poquito los bordes blancos con un mechero. Esto es para quitar un poco de blanco y a la vez quitar el afelpado del fieltro.

El siguiente paso será pintar el blanco restante del borde con acrílico negro y un pincel fino.

Aquí se puede apreciar la diferencia de uno con el borde sin pintar y otro sí.

No es que se vea mucho, pero el acabado es mucho más pulido y profesional después de pintarlo.

Dejamos secar un par de horitas sobre un trocito de papel, y luego ya podemos proceder a la colocación en la prenda o complemento que queramos llevarlo.

Ahora tenemos varias opciones para colocarlo:

  1. Plancharlo solamente (Si no tenemos nadie que nos pueda ayudar a coserlo, plancharlo es fácil, pero es posible que del uso con el tiempo se vaya despegando, aunque se puede volver a pegar con la plancha. Calentándolo mucho con la plancha se puede despegar mientras está caliente, pero la superficie donde estaba se quedará la marca si lo quitamos)
  2. Coserlo solamente (Si pensamos que en el futuro quizá queramos cambiarlo de sitio es la mejor opción)
  3. Plancharlo y coserlo (Plancharlo primero nos ayuda a que sea más fácil coserlo, pero si algún día queremos quitarlo, quedarán restos de pegamento en la prenda)

Para plancharlo como he dicho antes, colocamos el trapo encima y lo planchamos un par de veces asegurándonos de que se calienta bastante, una vez frío le damos la vuelta a la prenda y lo planchamos un par de veces también por el reverso de la prenda. (Aquí ya no hace falta el trapo, eso solo es por delante)

Si lo hemos planchado primero, para coserlo podemos o darle unas cuantas puntadas de seguridad o coser todo el contorno negro, pero en ambas opciones yo os recomiendo usar hilo doble para que quede más sujeto, aunque no es imprescindible.

¡Y ya lo tenemos! Espero que os sirva de inspiración si algún día queréis haceros uno, o motivaros para participar en el concurso ahora que aún estamos a tiempo.

Cosplayer de día y amante de la literatura fantástica de noche, lleva haciendo trajes desde 2002. Especializada en caracterización y confección, ha representado a España en varias competenciones internacionales pasando Japón, París, Londres, Oporto y Mónaco. Instagram / Twitter: @syl_phrena

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