Lectura: El camino de los reyes, semana 13

Bienvenidos a la semana 13 de la lectura conjunta de El Camino de los Reyes.

En los capítulos de la semana pasada, leímos un flashback de Kaladin en el que descubre que podría llegar a ser capaz de matar a alguiensi se diera la necesidad. En el presente, Kaladin sobrevive a la alta tormenta, aunque a un alto coste. En su delirio, cree haber visto al Padre Tormenta y a Syl luchando contra los muertespren:

Eran negros, del tamaño de puños, con muchas patas y ojos rojo oscuro que brillaban, dejando rastros de luz ardiente. Se arremolinaban a su alrededor, correteando aquí y allá. Sus voces eran susurros, sonidos rasgados como de papel roto. Lo aterraban, pero no podía escapar de ellos. Apenas podía moverse.
Solo los moribundos podían ver a los muertespren. Los veías y luego morías. Solo los muy, muy afortunados sobrevivían después de eso. Los muertespren sabían cuándo estaba cerca el final.

Syl luchando contra los muertespren, por Botanica Xu

Esta increíble hazaña nunca vista con anterioridad en los campamentos de guerra, ocasiona que las sospechas de Teft acerca de Kaladin se confirmen. Ya desde el momento en que le vio realizar la kata en las Llanuras pensó que había algo especial en él, pero el hecho de que haya sobrevivido a una alta tormenta hace que Teft se plantee si es capaz de absorber luz tormentosa, como contaban las leyendas de los Vislumbradores, y para comprobarlo le empieza a llevar esferas infusas cuya luz drena de manera inconsciente empleándola para sanar.

Todos los acontecimientos que han sucedido en los últimos días han ayudado a cohesionar al puente cuatro aún más, si cabe, dado muestras de una camaradería que habría parecido imposible semanas atrás. Prueba de ello es la cuchilla de afeitar que le regalan entre todos a Roca, en agradecimiento a sus cuidados y los guisos que prepara, que al parecer alimentan no solo el cuerpo sino el espíritu de todos. Mientras Kaladin se recupera, el puente es enviado a la batalla y aunque no puede combatir, se une a los aguadores y tiene la oportunidad de conversar con Sigzil, descubriendo que tuvo que tener un pasado especial, ya que es una persona cultivada y capaz de entender las tácticas militares.

Mientras, en Kharbranth, Shallan se debate intentando dilucidar la carga moral tras el asesinato de los cuatro malhechores que cometió Jasnah, y se da cuenta de que la mayoría de las escuelas filosóficas que ha estudiado analizan como supuesto la bondad del fin tras los actos cometidos. Así, se da cuenta de que Jasnah queda exculpada, pero que ella misma ha realizado una mala acción al apoderarse del moldeador de almas, no para ayudar a su familia, si no como castigo contra Jasnah.

—He tomado mi decisión —declaró Shallan.
Jasnah levantó la vista de su investigación. En un inusitado momento de deferencia, apartó sus libros y permaneció sentada de espaldas al Velo, mirando a Shallan.
—Muy bien.
—Lo que hiciste fue a la vez legal y justo, en el sentido estricto de las palabras —dijo Shallan—. Pero no fue moral, y desde luego no fue ético.

Algunos problemas no parecían tener ninguna buena respuesta. Solo un montón de respuestas equivocadas. —Shallan Davar

A pesar de todos sus intentos, Shallan no consigue hacer funcionar el fabrial, y cuando se presenta la oportunidad se adentra en los aposentos de su maestra intetando buscar alguna pista, lo cual se demuestra un completo fracaso. Sin embargo, se topa con un montón de anotaciones de Jasnah en las que habla de Urithiru, los Portadores del Vacío, los Caballeros Radiantes y otras criaturas mitológicas.

Los moldeadores de almas son un misterios incluso para Kabsal, quien como fervoroso podría tener algún conocimiento, pero él tampoco demuestra ser de gran ayuda.

A partir de hoy, y hasta el jueves 12 de diciembre, leeremos los capítulos 43 al 45. 

Aquí os dejamos el link al foro.

Esta semana, el capítulo más votado ha sido Protector, con 5 de los once votos.

Y os dejamos una cita destacada:

Capítulo 42:

@Sasori

Alguien tiene que empezar. Alguien tiene que dar un paso al frente y hacer lo que es justo, porque es justo. Si nadie empieza, los demás no pueden seguirlo. —Lirin