Lectura conjunta: Oathbringer, capítulos 22-24

Hoy nos llegan de la mano de Tor los capítulos 22, 23 y 24.

Podéis leerlos y debatirlos aquí.

Chapter 19: The Subtle Art of Diplomacy

En este episodio, somos testigos de un flashback, en el que conocemos un poco más al joven Dalinar que ayudó junto a Sadeas a conquistar el reino de Gavilar.

Dalinar se encuentra reunido con Toh, un hombre proveniente de Rira, que ha llegado acompañado de Evi, su hermana, y se encuentra alojado gracias a la hospitalidad de Gavilar. Mientras Toh no hace más que conversar sobre el estilo de vida en Kholinar tan diferente del suyo propio y los moldeadores de almas, Dalinar parece distraído, prestando más bien escasa atención a su invitado, que se halla más interesado en la comida del banquete que en mantener una charla cordial

¿Dónde está la diversión? ¿Por qué está el salón repleto de hombres? ¿Dónde están las mujeres? ¿Por qué están en otra sala separada?  Este son el tipo de cuestiones tan trascendentes que mantienen en vilo a Dalinar, mientras intenta evadirse todo lo posible de la política y contempla a Gavilar en sus nuevos y majestuosos atuendos.

En un intento por enfocarse en temas más cercanos, como comer su plato, se percata de que ha extraviado su cuchillo, y decidido a buscarlo acaba saliendo al exterior donde ruge una tormenta, para volver empapado al salón, donde Gavilar le aguarda, junto a un impresionado Toh. Sin pretenderlo, Dalinar acaba de demostrar a ese ciudadano de Rira de qué son capaces los Kholin, que no temen a las tormentas e impertérritos se enfrentan a ellas. Y es que mucho está en juego, ya que este augusto invitado ha huido junto a su hermana y una armadura esquirlada buscando la protección que los anfitriones del banquete pueden ofrecer.

Pronto aparece Navani en escena segida de Ialai. Navani, la mujer que Dalinar jamás podrá tener a su lado. Esa mujer que necesita apartar de su mente, y si para ello tiene que casarse con una esbelta y rubia extranjera, la hermana de Toh, que así sea.

Chapter 20: Cords to Bind

Mientras tanto, en el presente, Kaladin sigue esforzándose por ayudar a los parshendi, en esta ocasión explicando las artes de la medicina, cómo limpiar y cuidar una herida, mientras sugiere que sería más prudente empezar a disgregarse en pequeños grupos menos numerosos para poder pasar más desapercibidos.

Sah, el parshendi con quien el corredor del viento está conversando, se muestra molesto ante su insistencia de cómo deberían hacer los otrora esclavos las cosas. ¿Es que cualquier forma de hacer algo que difiera de los humanos es la incorrecta? Ni siquiera ahora, que son libres, los parshendi parecen tener la potestad de tomar sus propias decisiones, tutelados siempre o por un spren que Kaladin no consigue ver, o por el propio y frustrado Kaladin que no hace más que intentar demostrar a los parshendi que no tiene porque haber guerra, que se puede llegar a coexistir.

Y sin embargo, Sah persiste en preguntarse qué es la libertad, mientras frustrado se debate entre la necesidad que tiene su pueblo de la ayuda de este caballero radiante, y su voluntad por vivir bajo un libre albedrío.

Kaladin, por su lado, termina hablando con Syl, y es entonces cuando se da cuenta de que está otra vez de nuevo en ese punto en que se siente empujado a acudir en ayuda de los débiles y los necesitados y que no tiene tiempo que malgastar con esos sentimientos, ante una guerra inminente en la que se verá arrastrado a luchar contra los portadores del vacío que no son si no otra faceta de parshendi como estos a los que una parte de su ser ansía proteger.

¿Cómo puede luchar, si no conoce la diferencia entre quienes debe proteger y contra quiénes debe combatir?

Chapter 21 Set Up to Fall

Al día siguiente de su incursión por varias tabernas, cada cual poseedora de una reputación más dudosa que la anterior y de haber cometido alguna que otra temeridad bajo el disfraz de Veil, Shallan se levanta con resaca al no disponer de más luz tormentosa con la que deshacerse del alcohol de la noche anterior.

Aún embotada y con la mano en mal estado, Adolin llama a su cuarto, esta vez con cuidado de avisar quien es el que llama. Tras una breve charla durante la cual Shallan utiliza sus mejores triquiñuelas de flirteo para conseguir alguna nueva fuente de luz tormentosa, ella cura su herida y se recompone con la única esfera infusa que tiene el muchacho.

Adolín le pide que le acompañe a visitar a Ialai la viuda de Sadeas (a lo cual ella accede), pues él no quiere verse solo en ese encuentro. Por el camino, y tras hacer una breve parada, para hablar con Sebarial y Palona, la pareja de prometidos habla de la importancia de dar usos a la guardia de honor que tienen asignada, y a pesar de que Shallan afirma poder cuidarse sola, Adolin la persuade para que mejore su relación con sus guardaespaldas.

Finalmente llegan a la zona de Urithiru perteneciente a los hombres de Sadeas, donde la disciplina ha decaído en parte por la muerte de éste y en otra por su desprecio al modo pulcro de los Kholin. Junto Ialai se encuentra Mraize uno de los líderes de los Sangre Espectral. Ahora  tendremos que esperar para ver como reacciona Shallan.

Héroe de los gatos, entrenador Pokemon, traficante de skittles, inventor de rumores, admirador secreto, duelista con pistolas de agua, amante de los libros.

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