EUOLogía: Mi historia como escritor

Hoy hace nueve años que Brandon Sanderson redactó este ensayo en el que explica por qué decidió convertirse en escritor. Muchas cosas han sucedido desde aquellos principios hasta aquel día de 2008, y más aún han tenido lugar hasta el día de hoy.

Personalmente, una de las cosas que más admiro de esta persona, más allá de su forma de escribir y la magia que nos transmite literalmente en cada nueva saga, es su humildad. Pocas personas que alcanzan el éxito son capaces de abrazar sus defectos, y reconocer aquellos errores cometidos al inicio, que han sido la semilla del legado literario que poco a poco van dejando tras de sí. Creo que resulta inspirador, cuando una persona a la que admiras es capaz de compartir sus pensamientos sin tapujos.

Los principios siempre son duros, y cometemos muchos errores. Pero equivocarse no es malo, si al final del día has aprendido algo nuevo que sirva para que mañana, construyas algo mejor. Ser auténtico, ser fiel a uno mismo, y apostar por un trabajo constante.

Si algo me ha enseñado Brandon Sanderson es: “Viaje antes que destino”.

EUOLogía: Mi historia como escritor

Publicado originalmente el 19 de octubre de 2008, por Brandon Sanderson en su web.

 

NOTA: Lo que sigue a continuación es una especie de respuesta a un hilo en mis foros. Se convirtió en algo demasiado extenso como para postearlo allí, y pensé que podría ser de interés para otros lectores ajenos al foro. Así que lo moví aquí, y lo linkearé en el hilo. Haré referencia a los foros y a la gente posteando en ellos, pero no necesitas saber quienes son para entender el escrito.

Mi historia como escritor

He estado pensando que debería hacer una pequeña explicación sobre mi historia como escritor para aquellos de vosotros que no la conocen. Creo que os dará un poco de contexto para algunos de los posts que he escrito, y cosas que la gente comenta en foros sobre mis trabajos sin publicar. Si queréis, aquí podéis leer un pequeño contexto.

Todo esto empezó cuando tenía 21 años, hace más o menos once años (N.T.: recordad que esta entrada la escribió Brandon originalmente para su web en 2008), allá por 1997. Ese fue el año en que decidí que verdaderamente quería escribir novelas para ganarme la vida.

Mi primera meta fue aprender a escribir a nivel profesional. Había escuchado que los primeros libros de una persona suelen ser bastante malos, por lo que simplemente decidí pasar algunos años escribiendo y practicando. Quería tiempo para trabajar en mi prosa sin tener que preocuparme por la publicación.

Podríais llamarlo mi “época de aprendiz”. Entre 1997 y 1999 escribí cinco novelas, ninguna de ellas demasiado buena. Pero ser bueno no era la cuestión. Experimenté muchísimo, escribiendo diferentes tipos de género (todos scify/fantasía, por supuesto, pero escribí algo de épica, algo de humor, algo de scify…). Como os podéis imaginar sobre mí escribiendo cinco libros en dos años  medio, ninguno estaba muy bien editado, y aunque me divertí mucho escribiéndolos, los escribí muy deprisa, y con mucha menos planificación que en los libros posteriores. No hay demasiada gente que haya leído esas novelas, y tan sólo envié una a los editores (la segunda, “Stars’ End”).

Sobre 1999 (no puedo recordar la fecha con exactitud) empecé a llevar la revista de ciencia ficción The Leading Edge en BYU (N.T.: BYU son las siglas de Brigham Young University, donde Brandon estudió y donde además es profesor en la actualidad). También asistía a una importante clase de escritura, no tanto por lo que aprendí a escribir (aunque aprendí mucho), como por la gente que conocía. Gracias al TLE y a las clases, acabe formando parte de una comunidad de escritores, editores y lectores de fantasía/ciencia ficción que se tomaban realmente en serio lo que hacían. Durante esta época fundé un grupo de escritura con Dan Wells y Peter Ahlstrom (Fellrosh y Ookla en los foros de TWG). Otros miembros incluidos era nuestro amigo Nate, quie ya no se pasa por allí, y Ben/Tage, que solía ser uno de los moderadores de los foros y que aún sigue siendo a menudo uno de mis lectores alfa. Eric (St. Ehlers)  fue otro de nuestros buenos amigos, así como lo fue Kristy (Brenna), entre muchos otros, de los cuales varios ya no vienen por aquí tan a menudo.

Podríais llamar a esto la “Época dorada” sin publicar de mi carrera. Estaba llegando a uno de los momentos más creativos de mi vida, estaba repleto de energía y entusiasmado con la forma de escribir que había aprendido a realizar. Tras practicar con cinco novelas, sentí que por fín estaba en posición de hacer justicia a una historia de fantasía épica. En 1999 empecé un libro que llamé The Spirit of Elantris, que eventualmente se convirtió en Elantris.

Como digo, esta fue la época dorada de mi carrera en la que no había sido publicado (creo que es importante remarcar la referencia a “que no había sido publicado”). Espero crecer y mejorar, y pienso que los libros que escribo ahora son mejores que los que escribía entonces (de la misma manera en que espero que los libros que escriba dentro de diez años sean mejores que los que escribo ahora).

En cualquier caso, las tres novelas de esta era (Elantris, Dragonsteel y Arena Blanca) representan parte de la mejor construcción de mundos que he hecho nunca. De los tres, Elantris resultó ser, de lejos, el mejor. Arena Blanca era bueno, aunque ahora si lo leyeras daría la impresión de haber quedado anticuado, ya que mis habilidades como escritor han mejorado bastante desde entonces y nunca ha tenido el nivel de edición y revisión que Elantris tuvo (N.T.: sigamos teniendo en mente que este post es de 2008, y que en la actalidad Brandon está trabajando en Arena Blanca en formato novela gráfica, cuya primera entrega ha sido traducida y publicada en español, mientras que la segunda entrega se publica este año en inglés). Dragonsteel contiene momentos de brillantez rodeados de algunas partes realmente aburridas, tuvo problemas debido a la magnitud de lo que estaba intentando. Creo que cualquiera de los tres podría haberse visto publicado de haber tenido las revisiones y ediciones apropiadas.

En cualquier caso, escribí esos libros en 1999-2000. Allá por 2001, en cambio, esta entró en transición. Acabé los estudios en BYU, y dado que el TLE era para estudiantes, un grupo más joven estaba haciéndose caro y yo había dejado de encajar allí. Continué con mis grupos de escritura de varias formas, y empezamos Timewaster’s Guide como proyecto y foro para quienes habían trabajado juntos durante aquella época de la revista.

Estaba coleccionando cartas de rechazo para Elantris, White Sand y Dragonsteel. Yo sentía que esos libros eran buenos (muy buenos). Pero nadie les estaba prestando demasiada atención. En las convenciones, los editores seguían diciendo que las novelas de fantasía que se les remitían eran demasiado extensas, y que los autores noveles no tendrían que estar intentando escribir primeras obras tan enormes. Me senté a escribir Mythwalker, el noveno libro, y a mitad de camino simplemente no podía continuar (sigue siendo el único libro que he abandonado). Estaba intentando otra novela de fantasía épica, pero cada vez estaba más decepcionado por como habían sido recibidas las tres primeras. Mythwalker parecía imitación de mala calidad de mi propia Dragonsteel, y necesitaba ser replanteada. Así que dejé de trabajar en ella (aunque una historia secundaria sobre dos primas llamadas Siri y Vivenna me interesaba realmente, más tarde tendrían su propio libro en El aliento de los dioses).

El siguiente período de tiempo es una pequeña “Era oscura” en mi carrera como escritor sin publicar. Después de renunciar con Mythwalker, decidí que Nueva York no estaba buscando mi tipo de fantasía épica, y que iba a intentar ver si podía escribir otra cosa. Escribí tres libros durante esta época. Mistborn Prime (añadí más tarde el término Prime, para diferenciarlo), The Aether of Night (N.T.: si alguien tiene interés en leerlo en inglés, porque solo existe en dicho idioma, puede solicitarlo en el foro de The Seventeenth Shard, por respeto a Brandon, evitado reenviar el libro a quien no lo haya solicitado, ya que así lo han solicitado expresamente, al tratarse de un trabajo temprano que podría llevar a alguien que lea ese escrito como primera obra de Sanderson a equívocos), y Final Empire Prime.

En Mistborn Prime, intenté escribir sobre un oscuro anti-héroe enmarcado en una historia que NO era épica. Intenté escribir algo mucho más corto de lo que había escrito con anterioridad, forzándome a mí mismo a permanecer alejado de las grandes historias o el estilo épico a la hora de crear el argumento. El resultado fue una obra de 100.000 palabras (que es la mitad de lo que ocupaban mis otras novelas de fantasía) que… Bueno, no era demasiado buena. La magia (una forma preliminar de la Alomancia) era increíble, y el argumento contenía puntos muy buenos. Pero la trama no era emocionante, los personajes no tenían interés, la historia no era envolvente.

Deprimido por este fracaso, no mandé el libro ni a un solo editor (aunque sí se lo enseñé a Joshua, quien es ahora m agente, ya que sentía curiosidad y en ese momento seguía mi carrera como escritor). Estuvo de acuerdo en que ese libro no era publicable. Él jamás vio Elantris, dejó Dragonsteel a medias (lo cual quiere decir que nunca pasó la parte aburrida), y Arena Blanca le había gustado de verdad, pero quería ver más trabajos míos antes de acogerme. Él pensaba que yo todavía tenía que mejorar, y tenía razón.

Después de Mistborn Prime, escribí un libro llamado The Aether of Night, que fue bastante más exitoso. Creo que es el mejor de los cuatro libros del “Brandon que intenta escribir más enfocado hacia el mercado”. Con 150.000 palabras, solo tenía 50.000 palabras menos que lo que había estado haciendo durante la era de Elantris, y me permití a mí mismo jugar un poco más con las historias épicas y el alcance. En este punto, estaba intentando algo que contuviera un poco de humor, algo con personajes alegres y divertidos, en una situación que a veces era ridícula y a veces estaba llena de aventuras (una aproximación a lo David Eddings, si queréis verlo así). No es un mal libro. Es probable que jamás lo reescriba, pero no es un mal libro. A Joshua le pareció bien, y lo vio como el paso siguiente a Mistborn Prime.

En este punto, mis libros de fantasía épica recibieron otra tanda de rechazos, incluyendo Elantris que fue rechazado por DAW y Dragonsteel que lo fue por ACE. Acababa de enviar Elantris a TOR, pero pensé que jamás escucharía nada al respecto (hasta aquel momento habían tenido Arena Blanca en su poder durante varios años, y nunca me habían contactado).

Sintiendo nuevamente cierta incertidumbre sobre mi escritura y mi carrera, particularmente dado que sentía que Aether no había resultado como me hubiera gustado, me centré en intentar la más básica de las historias de fantasía. El héroe profetizado, huérfano, que se embarca en un largo viaje a lo largo y ancho del mundo para luchar contra un señor oscuro. Esto era The Final Empire Prime. Por supuesto que estuve aportando mi propio toque. Pero mi corazón no estaba allí (no podía convencerme de estar añadiendo nada nuevo al género), y estaba otra vez intentando una historia a medias. A pesar de que no había dragones, elfos, u objetos mágicos que rescatar, sentía que tan solo estaba escribiendo de forma previsible un mal libro (probablemente fui demasiado duro con este libro, ya que tenía algunos conceptos muy ingeniosos, incluyendo un precursor de la Feruquimia).

Acabé con Final Empire Prime, y estaba sencillamente decepcionado. Este fue el peor libro que he escrito jamás (y lo es, creo,  el peor, aunque Mistborn Prime anda cerca). Ahí estaba yo, después de haber escrito doce novelas, mientras parecía que la cosa EMPEORABA después de cada una de ellas. No estaba vendiendo, había acabado de estudiar y me encontraba con un trabajo remunerado en horario nocturno, y mi vida social se reducía básicamente a los amigos que compadecidos, se acercaban a verme al hotel de vez en cuando.

Creo que este fue uno de los puntos clave de mi carrera. Ese año, 2002, tomé tres decisiones. La primera fue que NO iba a abandonar la escritura. La amaba demasiado, incluso cuando escribía libros que no acababan de salir bien (creo que esto es algo importante sobre lo que cada autor tiene que decidir). La segunda fue que NUNCA MÁS iba a volver a escribir para el mercado. Estaba matando mis libros. Si al final jamás me publicaba nadie, que así fuera. Al menos dejaría de escribir historias terribles deformadas por mis intentos de escribir aquello que pensaba que la gente quería. La decisión final fue que me graduaría en escritura creativa para estar en el ambiente y volver a estar rodeado de escritores de nuevo, y para “retrasar” unos años, de paso, tener que incorporarme a un trabajo de verdad.

Entramos en la era del Camino de los Reyes. El último libro que escribí antes de ser publicado era, en realidad, bastante bueno. Me deshice de todo lo que me dijeron sobre cómo ser publicado, y simplemente escribí desde el corazón. Durante 18 meses, entre 2002 y 2003, escribí un libro de 300.000 palabras, con 180.000 palabras de guión / trasfondo / creación de mundo (sí, la guía de ambientación en sí misma era MAS EXTENSA que los tres libros que había escrito anteriormente). Yendo más allá, planeé el libro como el primero en una saga de DIEZ.

El camino de los reyes era bueno. Tenía problemas, pero eran solucionables, y me sentía extremadamente orgulloso de la novela. Sentí que había encontrado mi lugar en la escritura de nuevo. Honestamente creo que es el mejor de mis libros sin publicar (N.T.: a día de hoy, que nos encontramos a las puertas de la tercera entrega de la saga, podemos confirmar que es de sus mejores libros publicados), casi tan bueno como algunos de los publicados.

En 2003, recibí la llamada de un editor que quería comprar Elantris.

Supongo que la historia de mi carrera sin publicar termina aquí, aunque existe una puntualización adicional. ¿Por qué no publiqué El camino de los Reyes (N.T.: recordad nuevamente que este artículo es original de 2008)? Bueno, por un par de razones. En primer lugar, mi agente (Joshua) creía que necesitaba un montón de trabajo (y así era). En segundo lugar, era tan largo que creo que asustaba a Tor a la hora de considerarlo. Habían publicado libros más largos con anterioridad, pero el mercado había cambiado desde entonces, y valorar un libro de ese tamaño como el segundo libro de un autor hacía que mi editor se sintiera inquieto. el lo habría hecho, pero ya estaba hablando de cómo tendríamos que dividirlo en dos novelas (y, realmente, yo no quería hacerlo).

Es más, yo sentía que no era el momento para El camino de los Reyes todavía. No puedo explicar porqué. Supongo que fue un instinto, supongo. Quería continuar con Elantris como una trilogía trepidante. Algo que pudiera demostrarle a la gente que yo podía finalizar una saga, y que realmente era capaz de escribir. Creía que saltar de Elantris al Camino de los reyes sería pedir demasiado a mis lectores. Quería darles tiempo para acostumbrarse a mí y a mi forma de escribir, y quería practicar a escribir sagas antes de meterme a mí mismo en algo tan enorme.

Y así (quizás de forma impetuosa), miré a las dos mayores decepciones de mi carrera y dije: “Vamos a escribirlas como DEBERÍAN haberlo sido desde el principio”. Tomé las mejores ideas de ambas, añadí una gran cantidad de otras buenas nuevas ideas, y planifiqué un mundo épico de 600.000 palabras en tres partes. Mi meta: una especie tarjeta de visita para los lectores de fantasía. Una trilogía que pudieran leer y hacerse una idea de quién era yo, y cómo era mi escritura.

Por supuesto, luego llegó La rueda del tiempo y lo cambió todo. Me siento todavía más feliz incluso de haber hecho lo que hice, ya que no tuve que parar una saga para trabajar en Un recuerdo de luz. Es más, trabajar en La rueda del tiempo me ha proporcionado una visión incomparable de la mente del mejor maestro de la literatura fantástica de gran envergadura nuestro tiempo.

De cualquier forma, es un poco historia para quienes sienten curiosidad. Gracias por leer.

Brandon Sanderson, octubre de  2008.

Brandon Sanderson nos desvela los secretos de la escritura de El Camino de los Reyes

Traducido por el blog El Caballero del Árbol Sonriente

 

¿Queréis saber más? ¿Queréis echar un vistazo a aquel primer mundo? El Caballero del Árbol Sonriente está realizando en su blog un estupendo trabajo de traducción de las anotaciones que el propio Brandon ha compartido en su página web. De momento, tenemos disponibles las dos primeras entregas.

Apasionada de los comics, amante de los libros de fantasía y ciencia ficción. En sus ratos libres ve series, juega a juegos de mesa, al LoL o algún que otro MMO. Incansable planificadora, editora, traductora, y redactora.

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