Creando “Warbreaker”: La edición coleccionista

Una de las cosas que acompaña al éxito de un escritor es la calidad del arte de sus portadas. Así ha pasado también con los libros de Brandon, que han sido ilustrados por grandes artistas como Michael Whelan o Howard Lyon, y también por el maravillosísimo Dan Dos Santos a quien tuvimos el placer de entrevistar en el pasado.

Brandon ha expresado en diversas ocasiones su amor por la obra de Michael Whelan y su alegría cuando Tor le dio a conocer que sería el encargado de dar vida a la portada de El Camino de los Reyes. Si os gustan sus ilustraciones, os animamos a pasaros por nuestra sección de descargas para ver los fondos de pantalla animados creados por Sasori.

Su relación con Dan Dos Santos quedó inmortalizada bajo la forma de un personaje dentro de la saga del Archivo de las Tormentas: Dandos Heraldin, o Dandos Juraóleo (Dandos the Oilsworn) ya que Dan Dos Santos es en el mundo real un maestro de la pintura al óleo. Dentro del lore del Cosmere, fue un maestro pintor de Roshar con cuyos libros Shallan aprendió a dibujar, y conocido también por su interés en las matemáticas y las proporciones.

Dan fue el encargado de ilustrar la portada original de Warbreaker (El aliento de los dioses), y con la llegada del décimo aniversario de la novela, Dragonsteel se puso en contacto con él para revisitar la obra.

A continuación os dejamos la traducción del post que Dan escribió en su web sobre cómo fue el viaje creativo hasta llegar a las ilustraciones que hoy se pueden disfrutar en las guardas de la Edición X Aniversario de Warbreaker (lamentablemente solo disponible en inglés de la mano de la propia editorial de Brandon, Dragonsteel). 

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CREANDO WARBREAKER: LA EDICIÓN COLECCIONISTA

PUBLICADO ORIGINALMENTE POR DAN DOS SANTOS EN SU WEB

Hace doce años la editorial Tor me encargó dar vida a la portada de la novela de Brandon Sanderson Warbreaker (N.T.: para nosotros, El aliento de los dioses). Por aquel entonces, nadie sabía el fenómeno en que Brandon Sanderson, y su Cosmere al completo, iban a convertirse.

En el transcurso de la pasada década su universo literario,  el Cosmere, se expandió y empecé a enamorarme de él cada día un poco más. Cuando creé la pintura original de Warbreaker, estaba familiarizado tan solo  con un pequeño fragmento de este universo. Pero conforme avanzó el tiempo, empecé a ver el conjunto, y cómo los temas de este libro en concreto se hacían eco en las demás obras. Eso me dio nuevos motivos para apreciar la novela, y una compresión más profunda de cómo encajaba en el esquema más amplio de los acontecimientos. Traté el encargo original como a los demás, e hice lo que entonces consideraba que era un buen trabajo. Si queréis ver parte del proceso, fue capturado por íntegramente como parte de un video educativo (N.T.: también tenéis a vuestra disposición un fragmento del video en la entrevista que le hicimos).

La portada original de Warbreaker, por Dan Dos Santos

Pero como con todas las ilustraciones, uno empieza a fijarse en las cosas que se podrían mejorar. Secretamente deseé haber tenido otra oportunidad de trabajar con la portada, pero por lo general esa no suele ser opción para un ilustrador. Una vez el libro ha llegado a las estanterías, es lo que hay. Ha salido al mundo para que todo el mundo lo vea, imperfecciones incluidas, y no hay forma de cambiarlo. ¡A menos que decidan relanzarlo para celebrar el aniversario, con nuevo arte!

Isaac Stewart es el director de arte de Dragonsteel Entertainment, y está al cargo de diseñar las ediciones coleccionistas de los trabajos de Sanderson. Es también la mente creativa tras todos los glifos que veis en sus novelas. Me dijo que estaban preparándose para lanzar una edición especial de Warbreaker, y me preguntó si volvería a crear algunas piezas de arte para ellos. Dado que es una edición con cubiertas de piel, no hay una portada al uso por así decirlo, pero me ofrecieron las guardas del libro, que son las primeras y últimas ilustraciones que alguien contempla al leerlo. Por supuesto, acepté inmediatamente la oportunidad de revisitar una de mis novelas favoritas, y me lancé de cabeza a este proyecto increíblemente divertido (a la par que intimidante).

Trabajar en la edición coleccionista supuso un montón de buenas oportunidades que un ilustrador que trabaja en una nueva novela no puede permitirse habitualmente, como la posibilidad de escuchar la versión en audiolibro. Hacía mucho tiempo que lo había leído, y si iba a llevar a cabo un trabajo del calibre que tenía en mente, quería hacerlo bien. Así que me puse los auriculares, puse en cola mi audiolibro, y me dediqué a escuchar.

Durante 25 horas, me dediqué a estar simplemente sentado y dibujar. Escuché el libro entero, escribiendo mientras tanto notas visuales, haciendo anotaciones del vestuario de los personajes, sus apariencias, y detalles del entorno que me habían pasado por alto la primera vez. Emplee ese tiempo para hacer bocetos sin ningún tipo de propósito en concreto, permitiéndome únicamente explorar. No empecé a esbozar la composición de las guardas de inmediato, en vez de eso, dibujé cualquier momento interesante que acontecía en la historia conforme la escuchaba, permitiendo que el libro me llevara por un recorrido visual. Los bocetos que realicé en ese tiempo me sirvieron como una especie de arte conceptual, dándome la oportunidad de construir un lenguaje visual que más tarde implementaría en mi trabajo final. ¿Qué aspecto tiene realmente el aliento biocromático? ¿Cómo se movería? ¿Qué tan largo es el pelo de Vasher? ¿Qué apariencia tiene en realidad Sangre Nocturna? Todas esas cosas podían trabajarse de muchas formas distintas, y quería ponerlas todas en práctica hasta encontrar la que realmente se viera como la que tenía en MI cabeza.

Concepto de Vasher, por Dan Dos Santos

El parecido de un personaje es algo muy vago. Crees tener una idea en tu cabeza de cómo son, hasta el momento en que intentas dibujarlos, y entonces nada de lo que haces se parece mucho a cómo les habías imaginado. Es como un sueño, donde conoces a una persona por su PERCEPCIÓN, y no por su apariencia. O a veces, puede que una persona más que ser un único individuo, sea una amalgama de personalidades. Poner cara a un personaje literario se parece un poco a capturar esa sensación. Nada resulta nunca lo suficientemente adecuado.

Vivenna y su chal, por Dan Dos Santos

Muchos de los bocetos esquemáticos eran extremadamente indefinidos, pero algunos de ellos captaron lo mejor de mí. Eran o bien demasiado buenos como para dejar de trabajar en ellos, o se daba un momento tranquilo en la historia que me permitía trabajar en una sola imagen. Al final, unos pocos se convirtieron en trabajos artísticos terminados, realizados simplemente para mi satisfacción personal.

Sangre Nocturna, por Dan Dos Santos

Una vez terminada mi relectura, empecé a conceptualizar los diseños de las guardas en sí. Cada una de ellas es lo que llamamos “arte a doble página”, una única imagen que ocupa dos páginas. Esto presenta oportunidades únicas, así como también retos. Tengo que tener en cuenta dónde corta el pliegue la página, para asegurarme de que no caiga en una zona visual crítica como podría ser la cara, y también tengo que pensar en cómo ambas guardas funcionarán como pareja. En esencia, intenté equilibrar cuatro imágenes en una. También tenía que tener cuidado con los spoilers. A diferencia del arte interior, el lector verá esta imagen antes de empezar a leer, por lo que no puedo ir arruinando algunos momentos narrativos relevantes.

Como en muchos trabajos, hice docenas de miniaturas, pequeños bocetos conceptuales, antes de decidir aquellos con los que seguiría adelante para refinarlos en bocetos reales. Es todo un reto reducir 50 ideas a tan solo unas pocas que resulten las mejores. Pero en cuanto tuve esta selección de opciones que pensaba que eran buenas representaciones del libro, las envié al director de arte.

Es complicado que una imagen consiga capturar todos los aspectos de una novela polifacética, así que intenté aportar una variedad de opciones mientras bosquejaba. Algunos bocetos capturaron la sensación de magia del libro, otros la narrativas, y algunos, el drama.

Puesto que las guardas deben ser consideradas como una pareja, fui un paso más allá haciendo maquetas de cómo lucirían esas ilustraciones en un libro acabado. Esto contribuye a que el cliente tenga una visión del trabajo final, y le ayuda a decidir qué pareja de imágenes encajan mejor juntas, ya que tiene varias combinaciones disponibles.

Esta es la fase en que las cosas se complican, y tienen que tomarse las decisiones difíciles. Tiendo a poner todo mi corazón en estos conceptos, y no envío los bocetos a menos que contengan algo que me encante realmente de ellos. Pero la triste realidad es que, por lo general, un único boceto (dos en este caso) será escogido y el resto de ideas serán descartadas, normalmente para no ser contemplados jamás. Es como dar a luz trillizos, para tener que decidirte por UNO que quedarte. Siempre resulta difícil ver como un boceto lleno de potencial queda descartado.

El director de arte, Isaac, enseñó los bocetos a Brandon, y juntos decidieron qué piezas cumplían los requisitos. No eligieron su ilustración favorita, sino aquellas que pensaron iban a resultar las mejores guardas, algo que no siempre suele ser sinónimo. Una imagen que te llega emocionalmente, o que resulta espectacular, no tiene por qué resultar siempre la solución más apropiada para una tarea que te han encomendado. Brandon e Isaac se decidieron por los dos bocetos que veis aquí.

Una vez me dan el visto bueno, el trabajo evoluciona MUY rápidamente. El número de decisiones que tomar se reduce muchísimo, ya que he barajado de antemano  varios de los problemas  que puedan surgir. Mi principal objetivo aquí es adquirir referencias para mejorar mi dibujo y ejecutar el arte final.

Cuando pinté la ilustración original hace doce años, utilicé a una buena amiga mía como modelo. Su apariencia racial mixta es bastante similar a cómo me imaginaba los personajes de Sanderson (que no son los típicos caucásicos). Así que cuando me encargaron hacer las guardas pensé que sería realmente apropiado, y muy divertido, volver a trabajar con la misma modelo. Para mi fortuna, ella ha sido bendecida con una genética maravillosa, y no parece haber envejecido ni un solo día en la última década, aunque, de algún modo, ¡yo parezco haber envejecido 20!

Me puse en contacto con ella y le mandé mis bocetos conceptuales. Desde aquella ocasión hace tanto tiempo, se había mudado, por lo que fotografiarla no era una opción. En vez de eso, ella amablemente se tomó fotos, intentando hacer todo lo posible para parecerse a mi boceto y a la iluminación que necesitaba.

Con algunas buenas referencias a mano, empecé a redibujar la imagen en mi tablero de dibujo y así empezó el largo proceso de hacer la pintura al óleo.

La guía, donde a menudo empleo papel de calcar para ayudar a colocar y revisar algunos elementos.

En muchos aspectos, la realización del cuadro fue bastante habitual, pero también supuso retos únicos en otros. Como soy un masoquista, decidí que sería realmente genial si ambas guardas encajaran juntas como una única imagen mayor. Esto encajaba bien en la fase de boceto, pero una vez empecé a pintar, comencé a darme cuenta de la cantidad de desafíos que suponía en realidad. El más destacable de ellos, la paleta de colores. Un color puede parecer completamente distinto dependiendo del entorno.  El color es algo muy variable. Es lo que los artistas llaman «relatividad del color». Por ejemplo, un sencillo tono de rojo puede parecer marrón o rosa vivo, en función de aquello con lo que lo rodeas. En realidad, dar con el color adecuado a veces requiere de muchos intentos, ya que su apariencia cambia mientras intentas usar más colores a su alrededor. Generalmente, esto no supone mucho problema, es parte del proceso del cuadro. Normalmente, solo tengo que preocuparme de la relatividad de los colores en una sola imagen, pero como esta era básicamente una mezcla de cuatro cuadros en uno, me topé con tener que equilibrar el color a lo largo de cuatro imágenes, ¡una tarea exponencialmente más compleja! Utilizaba un tono de azul, convencido de que era el correcto, para llegar al otro extremo del cuadro, emplear otro color distinto, ¡y darme cuenta de que el azul original parecia totalmente distinto en comparación! Y esto sucedió una y otra vez. Antes de conseguir que la imagen completa luciera como una unidad, tuve que hacer un absurdo número de intentos.

¡La temida fase fea!

Además de los problemas de relatividad, también sufrí para conseguir el estilo de brillo que quería para el aliento biocromático. Conseguir colores brillantes es algo realmente simple con medios digitales, pero mucho más complejo con pigmentos de verdad. Sencillamente, algunos pigmentos no son TAN brillantes. Tuve que modificar muchos de los colores para la impresión, y en el cuadro original incluso utilicé algunos colores fluorescentes, a pesar de saber que no iban a poder reproducirse en CMYK.

Retos de color aparte, el resto de la imagen avanzaba de forma muy fluida. Apuré el límite de entrega al máximo (estoy convencido de que para el horror de mi director de arte), para poder dedicarle el tiempo que merecía. Una vez finalizada, hice una fotografía de la imagen en alta resolución, ¡y mandé el archivo a mi cliente!

Aquí podéis ver el arte final tal y como aparece en el libro.

Y aquí tenéis cómo se ven las guardas terminadas, cuando se juntan como un único díptico.

Guardas finalizadas para la edición aniversario de Warbreaker, por Dan Dos Santos

Para aquellos de vosotros que estéis interesados en adquirir una litografía del arte de las nuevas guardas, podéis visitar la tienda justo AQUÍ.

El director de arte también me preguntó si se podía utilizar alguno de mis otros bocetos como arte interior adicional. Esto supuso una grata sorpresa. Ya habían cumplido con su propósito, ¡pero siempre es agradable darle una segunda oportunidad en la vida a un boceto que no se ha utilizado!

El producto final, la edición coleccionista (disponible AQUÍ), es una verdadera obra de arte. Con la encuadernación en piel, con grabados metalizados e incluso láminas en papel iridiscente, el libro es simplemente deslumbrante. Contiene ilustraciones de varios artistas, y es la verdadera interpretación que esta maravillosa novela merece.

Muchas gracias por acompañarme en este viaje entre bastidores de la creación de las guardas para la edición coleccionista de Warbreaker. ¡Espero que hayais disfrutado!

Apasionada de los comics, amante de los libros de fantasía y ciencia ficción. En sus ratos libres ve series, juega a juegos de mesa, al LoL o algún que otro MMO. Incansable planificadora, editora, traductora, y redactora.

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