Brandon hace historia en Kickstarter

Hoy Brandon ha batido un récord que prácticamente estaba solo al alcance de gadgets tecnológicos y juegos. Hoy, ha ocurrido lo impensable, y una campaña literaria se ha convertido en la más financiada en toda la historia de la plataforma de Kickstarter, relevando a Pebble Technology, quienes recaudaron 20.338.986$ para crear su smart watch en 2015.

Y no solo ha sido literaria, sino que además, esta campaña ha sido de Brandon.

Esta es la segunda vez que Brandon se aventura en el uso de la plataforma de crowdfunding para poder gestionar proyectos masivos, ya que gracias a ella pudieron dar vida a la edición coleccionista de The Way of Kings X Anniversary.

Pero hoy vamos a centrarnos en el impresionante hito de convertirse en la campaña #1 de Kickstarter de todos los tiempos, aunque os lo voy a contar un poco más adelante (y os podéis saltar este trozo, que no me sentiré ofendida, aunque también lo podéis leer :P), pero es que hoy me siento nostálgica, y me ha salido un post muy distinto del que tenía en mente escribir al principio. 

¿Os acordáis de lo que estabais haciendo en 2006? 

Yo no me acuerdo de todo, pero sí recuerdo perfectamente un día intentando desconectar del mundo, refugiada en un rincón del Fnac de la Illa, un centro comercial de Barcelona que estaba justo delante de mi oficina, donde era librera honoraria porque no puedo con la vida de los libros desordenados, desalineados y/o fuera de su pila, y me veo siempre con la necesidad imperiosa de recolocarlos.

Así descubrí a Brandon Sanderson. Un libro de portada en tonos azules me llamó la atención por encima de los demás. Va a hacer dieciséis años de eso. Dieciséis, un número cabalístico en el Cosmere.

Y estos días, me apuesto lo que sea a que Brandon también recuerda aquellos días incluso anteriores a 2006. Aquellos días en los que mandaba un escrito tras otro a las editoriales con la esperanza de ser publicado, días más apagados en los que a pesar de todos los rechazos siguió insistiendo por ver un sueño cumplido. Aquellos días cuando nadie conocía su nombre, cuando nadie sabía quién era. Aquellos días en los que conoció a su agente, Moshe Feder y ahí empezó un largo viaje cuyo destino está aún muy lejos, para gran fortuna.

Cuenta Brandon de sus primeros días, ya publicado Elantris, que en sus primeras sesiones de firmas a veces tenía más gente haciendo cola que otros autores más conocidos que él. No eran colas de firmas como esas locuras que conocemos ahora, con nuestro fervor de fan desatado. No. Aquellas eran colas humildes, de tal vez treinta o cuarenta personas… Y, asombrados, otros autores le preguntaban de dónde había salido esa gente, y Brandon respondía: de internet. Así es. De internet, de los foros, de los chats. Ya en aquel entonces Brandon disfrutaba de estar en contacto con sus lectores, porque como también le gusta contar a veces, como fan de la literatura fantástica y de la lectura en general, recordaba lo complicado que era estar al día de lo que hacían sus autores favoritos en aquellos tiempos.

El otro gran ejemplo de escritor que disfrutaba de estar junto a sus fans que me viene a la memoria es George RR Martin, antes de que Juego de Tronos explotara. Fue precisamente el poder del boca a oreja lo que hizo que aquel libro desconocido para la mayoría, y publicado en España por ediciones Gigamesh, sembrara las semillas para convertirse en el fenómeno de masas que es hoy en día. Y ese amor a y de Martin se respiraba en su blog, y en foros como el español de Asshai (donde conocí a una de mis mejores amigas).

Brandon no ha dado un paso más allá, no. Ha pegado un salto que ha batido todos los récords mundiales.

Una de las cosas que más valoramos como fans es su increíble transparencia y cercanía, que hace que le conozcamos más y le sintamos más cerca a pesar de las distancias. Pero en internet, las distancias se desvanecen como si estuviéramos atravesando Shadesmar. El espacio se distorsiona.

Y como el Cosmere, Brandon expande su alcance cada vez más, desde su blog a YouTube pasando por Instagram, y Facebook y no me sorprendería que cualquier día en TikTok. Ahí radica el apoyo que recibe del fandom, donde el poder del boca a oreja crece como algo exponencial, pero a lo bestia, bestia.

dieciséis años más tarde…

Dieciséis años más tarde, un lunes a finales de febrero, Brandon lanza un críptico mensaje con una de las caras más serias que le hemos visto desde… ¿nunca? Y nos preparamos para lo peor: burnouts, muertes, enfermedades… 

Pero nos sorprende con un anuncio salido de la nada, publicado con alevosía y nocturnidad, para darnos posiblemente una de las mejores noticias que como fans podemos recibir: cuatro nuevos libros, y ocho cajas de goodies, que se podrían conseguir a través de Kickstarter.

A pesar de las ciertas controversias levantadas, sobre lo humano y lo divino de la elección de la plataforma de crowdfunding, lo innegable es que Kickstarter ofrece una miríada de herramientas que ayudan a gestionar proyectos de volúmenes descomunales. Porque lo cierto es que Brandon tiene una tienda online, sí. Pero recordemos que hasta hace cuatro telediarios, el mayor volumen de ventas que tenían que gestionar era una salida de ediciones en piel, de tiradas de 4.000 unidades (que ya nos parecía una barbaridad y dejaban la web tiritando, sin poder entrar). Pero es que hoy, en el cuarto día de la campaña, hay más de 80.000 patrocinadores (que se dice pronto), de los cuales cerca de 40.000 son unidades físicas, y aún quedan 26 días de campaña. El equipo de Brandon no podría organizar eso solo, ni de coña, si queremos que los libros nos lleguen antes del próximo siglo.

Y son estos increíbles números los que han dado pie a que hoy escribamos este post, porque gracias a ese apoyo masivo de los fans, Brandon y el equipo de Dragonsteel han conseguido que esta se convierta en la campaña más exitosa de Kickstarter de todos los tiempos, por encima de los relojes inteligentes, y los juegos.

Yo no sé a vosotros, pero a mí me llena de alegría saber que un libro es el proyecto más apoyado de una plataforma de crowdfunding del calibre de Kickstarter.

Si me tengo que quedar con algo más de este hito, es la importancia de ser auténtico, de creer en uno mismo, de perseverar, y de abrirse a los demás. La importancia de conectar y dar la oportunidad a los lectores de ya no ser espectadores de la obra sino, uno más del equipo. Brandon aprecia y escucha a la comunidad que tanto le quiere y le apoya, porque es como nosotros: un amante más de la literatura fantástica, y de las cosas locas. Y una y otra vez ha dado muestras de esforzarse junto a todo su equipo para ofrecernos lo que más ilusión nos hace, incluso cuando ni siquiera sabíamos que lo queríamos.

Ese largo viaje de encuestas y preguntas hoy hace una parada en la elevada planicie de Kickstarter para mirar hacia el futuro que asoma en el horizonte y soñar con el tesoro que un día descubriremos todos juntos al llegar a nuestro destino.

Por ahora, disfrutemos de la alegría de saber que nuestro autor favorito, humilde como siempre, porque sigue siendo humilde, ha alcanzado el número uno de Kickstarter como proyecto que más ha recaudado de todos los tiempos, tan incrédulo como nosotros mismos.

algo para recordar

Y antes de cerrar, hemos pensado en recoger algunos de los momentos relevantes de este viaje.

Nuestro joven Brandon

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Apasionada de los comics, amante de los libros de fantasía y ciencia ficción. En sus ratos libres ve series, juega a juegos de mesa, al LoL o algún que otro MMO. Incansable planificadora, editora, traductora, y redactora.

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