La sombra de Elantris. El título de esta parte se añadió en el último borrador real que hice, mientras visitaba a mi padre en Massachusetts durante el verano de 2004. Para entonces, el título del libro había cambiado firmemente de El Espíritu de Elantris a únicamente Elantris. Sabía que tenía que dividir el libro en secciones, y decidí que utilizaría El Espíritu de Elantris como título final, como una especie de guiño al título original del libro.
Sin embargo, esto me planteó varios problemas. En primer lugar, necesitaba otros dos buenos subtítulos que acompañaran a El espíritu de Elantris. En segundo lugar, necesitaba encontrar buenos lugares para separar los capítulos. Debido al sistema de tríadas de capítulos, probablemente tendría que basar mis cortes de la sección dramática en los capítulos de Hrathen, ya que era el tercero en la rotación.

La Sombra de Elantris surgió fácilmente como título. Por supuesto, hace referencia al primer capítulo, en el que Raoden mira por la ventana y siente que Elantris se cierne sobre él. Sin embargo, también es un buen resumen de la primera sección. Elantris se cierne sobre todo, oscura y sucia, durante la primera sección del libro. Aunque vemos los inicios de la luz de los esfuerzos de Raoden en la ciudad, no llegan a dar mucho fruto.

Si descartamos el factor nostálgico que tiene “Espíritu”, “Sombra” es mi favorito de los tres títulos de las partes.

En cuanto a la ruptura de la primera parte, me gusta mucho cerrarla con el envenenamiento de Hrathen. Esto hace que nuestra primera parte sea increíblemente larga: ocupa más de la mitad del libro. Sin embargo, pensé que estaba bien, ya que pensé que partes cada vez más cortas mejorarían el ritmo hacia el final del libro, acelerando las cosas (con suerte).

La fantasía es un género de inicio lento. Los lectores lo esperan, y es de esperar que inviertan lo suficiente en la historia como para que sigan leyendo tanto tiempo. Me encanta la primera mitad de Elantris: hace lo que quiero que haga un libro. Presenta personajes divertidos en situaciones interesantes y, a continuación, adereza sus acciones con el suficiente aire de reflexión y un toque de emoción como para que el lector se sienta realizado. La escritura es veracidad, y debe tratar temas importantes. Sin embargo, yo creo que antes de esa verdad debe venir el disfrute. Si un libro no es, ante todo, divertido de leer, creo que el narrador ha fracasado. Después, es de esperar que consiga tratar algunos temas y cuestiones reales. Esto es, en mi opinión, lo que hace que los personajes sean reales.

En fin, ¡pasemos a la segunda parte!