Anotaciones de Elantris: Capítulo 18
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Este capítulo ha sido objeto de algunas modificaciones importantes. En primer lugar, originalmente hice que Hrathen interrogara al elantrino fuera de escena. Por sugerencia de mi editor, lo puse en escena, mostrando a Hrathen hablando con el elantrino. La intención era dar un poco de caracterización a Hrathen mostrando su enfoque lógico al estudiar e interrogar a su prisionero.
El otro gran cambio en este capítulo se produjo en la mitad. Mientras trabajaba en las últimas revisiones, me di cuenta, por sugerencia de Joshua, de que quería hacer algo en la mitad del libro que mostrara a Hrathen luchando contra Dilaf y ganando. En algunas partes del libro, el personaje de Hrathen resultaba demasiado débil, y este era uno de los capítulos. Originalmente, hice que Dilaf apagara las antorchas por su cuenta y que quemara al elantrino más tarde, a pesar de las protestas de Hrathen.
En la nueva versión, consigo que Hrathen demuestre su competencia haciendo que luche por el control de la multitud. Es él quien quema al elantrino, lo que mejora la escena al dejar que Hrathen se sienta culpable por ello. En este capítulo resulta mucho más fuerte que antes.
SPOILER (SELECCIONA EL TEXTO CON EL RATÓN PARA LEER)
Los que han seguido leyendo se dan cuenta de lo importante que es esto para la trama, porque a partir de aquí, Dilaf empieza a sacar lo mejor de Hrathen. Necesitaba remarcar la fuerza de Hrathen al principio de la historia, pues de lo contrario temía que las escenas de Dilaf ganando hicieran parecer a Hrathen demasiado débil. Afortunadamente, ahora parece que las cosas están equilibradas: uno gana el dominio durante un tiempo, luego el otro se lo quita, y así sucesivamente.
Hay que fijarse en los comentarios sobre la unidad que aparecen en las escenas religiosas a lo largo del libro. Omin ya habló de ello, y Hrathen a menudo piensa, o menciona, el concepto. Al diseñar las religiones de este libro, realmente quería que se sintieran auténticas. Si observamos nuestro propio mundo, hay una cosa evidente (creo) sobre el funcionamiento de las principales religiones. Siempre han estado fragmentadas: a menudo surgen diferentes sectas de las mismas enseñanzas y se pelean entre sí. El judaísmo, el islam y el cristianismo comparten vínculos evidentes. De forma similar, el hinduismo, el budismo y otras religiones orientales comparten algunas raíces comunes.
Por eso, al diseñar las iglesias korathi y derethi, decidí darles un ancestro común: el Shu-Keseg. Las tres religiones proceden de las enseñanzas de un único hombre jindoés. (Se puede observar que la palabra «Shu», tal como se utiliza en relación con Shu-Korath y Shu-Dereth, no parece encajar con los estilos lingüísticos aónicos o de Fjordell. Se trata de una referencia intencionada al carácter común de su origen jindoés).
El principio central de las enseñanzas de Keseg era la unidad, y sus seguidores empezaron a discutir sobre lo que quería decir con «unidad». De ahí que tengamos a los cariñosos e inclusivos korathi; a los agresivos y expansionistas derethi; y a los contemplativos y didácticos jindoeses.
Por supuesto, Jesker y los Misterios son una línea religiosa completamente diferente. Ya hablaremos de ellos más adelante…